Colección: SPF

El filtro solar (también conocido como protector solar) es un producto diseñado para proteger la piel de los daños causados por la radiación ultravioleta (UV) del sol. Su uso es fundamental para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro, manchas y enfermedades como el cáncer de piel.

Tipos de filtros solares:

  1. Físicos (minerales): Contienen ingredientes como óxido de zinc o dióxido de titanio, que crean una barrera en la piel que refleja los rayos UV. Son ideales para pieles sensibles y no suelen causar irritación.
  2. Químicos: Absorben la radiación UV y la transforman en calor. Contienen ingredientes como avobenzona, octinoxato y octisalato. Son más ligeros y fáciles de aplicar.
  3. Híbridos: Combinan filtros físicos y químicos para una protección más completa y con mejor textura.

Factores a considerar en un filtro solar:

  • SPF (Factor de Protección Solar): Indica el nivel de protección contra los rayos UVB (los que causan quemaduras). Se recomienda un SPF mínimo de 30 para uso diario y 50 para exposición prolongada.
  • Protección de amplio espectro: Significa que protege contra rayos UVA y UVB.
  • Resistente al agua: Ideal para actividades al aire libre, aunque debe reaplicarse cada 2 horas.
  • Textura: Puede ser en crema, gel, loción, stick o en spray, según el tipo de piel y la comodidad de uso.

¿Cómo aplicarlo?

Se debe aplicar en el rostro y cuerpo al menos 20-30 minutos antes de la exposición al sol, reaplicándolo cada 2 horas o después de sudar o nadar. En la rutina facial, el protector solar debe ser el último paso después de la crema hidratante.